domingo, 6 de abril de 2014

LAS VENTAJAS DE SER BILINGÜE

Interante,no, interesantísimo post sobre las ventajas de ser bilingüe, publicado en Kids in Madrid.com, KIM, y que me gustaría compartir con vosotros.


LAS VENTAJAS DE SER BILINGUE:
Por Clara Blazquez Booth, Logopeda en Sinews MTI
Si pregunta a cualquier persona si quiere ser bilingüe, seguramente le diría que sí sin pensarlo.

"Tener otro idioma es poseer una segunda alma."

Charlemagne

Si pregunta a cualquier persona si quiere ser bilingüe, seguramente le diría que sí sin pensarlo.  Ahora consideramos el bilingüismo como algo generalmente positivo y deseable, pero no ha sido siempre así. Hasta hace poco, se pensaba que perjudicaba el aprendizaje de los niños y su desarrollo en general.  De hecho, todavía hay varios mitos que rodean el tema.

Algunas personas piensan: “¡Qué confuso debe ser para el niño tener que aprender dos idiomas, ¡pobre!” Sin embargo, estudios recientes han dibujado un cuadro bastante diferente. Se ha hecho evidente que un niño puede hacer frente a dos (o más) lenguas y que incluso los adultos pueden aprender y utilizar un idioma distinto al de su lengua materna –aunque, por desgracia y como todos sabemos, esto implica un poco más de esfuerzo.  Como también sabemos, vivimos en un mundo globalizado, donde hablar más de un idioma es cada vez más necesario, con miles de personas que estudian lenguas, con altas tasas de movilidad y muchas parejas mixtas que educan a sus hijos de forma bilingüe. Es muy posible que, en el futuro, el plurilingüismo sea algo habitual, lo que seguramente conduzca a una mejor comprensión de la cuestión.

Pero, ¿qué ha cambiado en los últimos años? ¿Qué es lo que ahora sabemos sobre el bilingüismo que antes desconocíamos? Una serie de estudios han ayudado a ver el bilingüismo de una manera más positiva. A pesar de que aún no se sabe exactamente cómo el cerebro almacena diferentes idiomas, se ha demostrado que las personas bilingües se desempeñan mejor en diferentes tareas. Parece que favorece la creatividad y la capacidad para resolver los problemas, mediante la mejora de la flexibilidad mental del individuo. Se cree, además, que el aumento de la conciencia metalingüística crea una manera de pensar que es más abierta y objetiva. Esta flexibilidad mental que se desarrolla en personas bilingües es más importante que la resolución de problemas o las habilidades lingüísticas: el lenguaje parece cambiar la manera en que el mundo se percibe en las personas que hablan diferentes idiomas. Lo que es más, las últimas investigaciones explica cómo hablar más de un idioma puede traducirse en una mejor salud mental, ya que se relaciona el bilingüismo con el retraso en la aparición de la demencia en hasta 5 años.  Así, podría ser que ser bilingüe es una herramienta contra los síntomas de la demencia, lo que también sugiere que una mayor diversidad lingüística en nuestras poblaciones puede repercutir positiva e inesperadamente en la capacidad de recuperación del cerebro adulto.

Desde un punto de vista cultural y social, las ventajas también son evidentes.  No se trata sólo de hablar más de un idioma, sino también de la oportunidad de participar de diferentes culturas, ser capaz de hablar con personas de diferentes partes del mundo y también conocer su literatura, sus canciones, su cine o sus tradiciones. Esto significa que las personas bilingües suelen ser más abiertas de mente, escuchar mejor y ser más capaces de apreciar las diferentes culturas; pensemos en todas las cosas a las que podemos acceder al no tener la barrera del idioma cuando viajamos al extranjero.

También está claro que, hoy en día, hablar más de un idioma puede ser muy útil en la búsqueda de un puesto de trabajo, ya sea en nuestro propio país o en el extranjero.  Se ha convertido en un activo que hace que el candidato se destaque sobre el resto –en otros casos es, directamente, un requisito esencial para el trabajo.

Aunque hay muchos aspectos positivos en el bilingismo, no es, sin duda, algo fácil de lograr, sobre todo cuando una familia no es bilingüe y el niño no aprende otro idioma desde una edad temprana.  Incluso en el caso de las familias bilingües hay que recordar que la lengua es algo vivo, dinámico, en constante cambio y expansión, y que, por desgracia, se puede deteriorar con la misma rapidez si no se utiliza. Nuestra destreza con un idioma depende de las circunstancias y las situaciones en las que nos encontramos en la necesidad de usarlo.  Así que, si es bilingüe, es importante que siga reforzando todas sus lenguas y, si no es así, ¿por qué no comenzar a aprender una nueva? Recuerde: “Si habláramos otra lengua, percibiríamos, en cierto modo, otro mundo” (Ludwig Wittgenstein).